En un viaje como éste, en el que vas por libre, son muchas cosas las que pueden fallar. Hoy hace una semana que comenzó nuestra aventura cogiendo el vuelo Madrid-Tokio y mañana hará una semana que desembarcamos en el capital nipona. El balance es bueno, sólo el día de ayer nos encontramos con algún mal sabor de boca.
Decidimos comenzar el día visitando Asakusa. El santuario es muy bonito y es gratuito entrar. Es un lugar que en muchos mangas hemos podido ver =) y el ambiente era increíble. Mucha gente vestida con kimonos, yukatas… Y participando en las actividades del templo. La puerta de los truenos, la de entrada principal, nos la encontramos en obras (estoy de las obras…). Tras cruzarla, nos encontramos con una calle llena de puestecillos con mucho ambiente. Esta calle ya existía hace siglos y se ha mantenido 🙂
El resto del santuario es muy bonito, con diferentes pequeños templos. Disfrutamos de un agradable paseo. La pagoda de 5 pisos es muy chula 🙂
Además, hay una zona dedicada a figuras jizo. Precisamente los días 24 de cada mes, a las diez de la mañana hay una oración rito en memoria de los niños fallecidos. Nosotros llegamos algo más tarde y nos lo perdimos, pero vimos rastro de esa ceremonia. Los jizos estaban recién vestidos 🙂
Tras terminar la visita a Asakusa y recorrer de nuevo la calle comercial de acceso al santuario nos dirigimos hacia el Palacio Imperial, al que sólo está permitido la entrada a sus jardines… Pero fallo!!! Los lunes están cerrados. Al poner la ruta en Google ya me avisó, pero aún así quisimos ir… Y nada, de camino a los jardines un amable japonés en inglés nos paró para decirnos que estaban cerrados. Una pena, porque ya no tenemos tiempo para poder regresar y verlos 🙁 En ese momento sentí mucha rabia porque el fallo fue mío al no consultar cuándo cerraba… Pero qué se le va a hacer, cuando dentro de mucho tiempo podamos volver a Japón, será una de las cosas pendientes.
El resto del día decidimos pasarlo en Akihabara y comenzar la misión compras. Hicimos una primera batida y localizamos aquello que queríamos… Después comimos en un restaurante entre las tiendas frikis llamado Katsuya. Por unos 12 euros al cambio comimos los dos, con una cerveza incluida (recordad que en la mayoría de lugares el agua es gratis y el té para comer)
Después decidimos ir al hotel a hacer colada… Menuda misión más complicada. En serio, cuando la lavadora y la secadora están en japonés… Decidimos toquetear todos los botones y oye, limpia salió la ropa jajaja.
Una vez hecha la colada, volvimos a Akihabara a ejecutar las compras 🙂 tras algún que otro disgusto (como en el intento de compra de un súper espectacular Levi que fracasó) cenamos en un restaurante al lado del hotel llamado Tasuke Awajima… Calidad precio fue un poco cara (unos 36 euros), pero oye, al menos había vino blanco (aquí todos los vinos que nos ponen son chilenos jajaja)
Así terminó nuestro sexto día en Tokio. Ahora os escribo desde el tren bala, de camino a Nikko… Pero esa ya será otra entrada.
Un beso y gracias por leernos 🙂