Día 5. Harajuku, Shinjuku y Nakano Broadway

Ya nos quedan pocos días en Tokio, y con el paso de las jornadas y nuestro ritmo, me doy cuenta que igual aprovechamos demasiado los días y que podríamos habernos ahorrado aquí una noche. Quizás 7 son muchas, pero menos de 6 me parecerían escasas.

Yo sigo despertándome a las 4-5 de la mañana. Ya no culpo al jet lag, sino a mi reloj interno que se ha quedado parado jajaja.

El día de ayer lo pasamos en Harajuku. Primero visitamos el santuario gratuito Meiji. Se encuentra dentro del inmenso parque Yoyogi y llegar hasta él es un agradable paseo. Además,  mientras caminas por Yoyogi park te da la sensación de estar dentro de un bosque perdido en el monte, no en un parque municipal en medio de una urbe como Tokio. El santuario en si no me pareció nada del otro mundo, quizás porque es reciente y además está reconstruido y se nota. Además, para colmo, estaba en obras y eso seguro que le ha restado mucho encanto.

Lo que sí debéis hacer es ir en domingo, porque podrás ver alguna boda japonesa en el santuario 🙂

Otro de los motivos por los que hay que ir en domingo al Parque Yoyogi es por su ambiente, y por los rockabillys bailando y tal. No sé si es porque chispeaba o que sé yo, pero ni rastro de ese ambientazo que prometían los domingos 🙁 muchos turistas y poco más.

Cerca del parque Yoyogi tenéis otros tres puntos de interés. Por un lado la gran avenida Omotesando, llena de tiendas en las que se forman colas antes de abrir (en serio). Para mí lo único por lo que vale la pena esta vía es el Bazar oriental: tienda en la que venden cosas tradicionales japonesas (jarritas de sake y tal) a buen precio/calidad.

Lo que sí merece es la Takeshita Dori, una calle llena de tiendas extravagantes de frikis. Decían que en esta calle veríamos a muchos cosplayers, gente muy friki… Oye, pues no pasó lo mismo que con el parque Yoyogi, ná de ná. Lo que sí aprovechamos allí es para entrar a un Cat Café, sitio que pagas por estar con gatos (tras tantos días sin Levi tengo mono de miau). 30 min 600 yenes (bebidas aparte).

Para comer decidimos ir al Capcom Bar, que ya lo teníamos fichado antes de venir. La comida está ambientada en juegos de esta marca… Ejemplos: Phoenix Wright, Resident Evil, Dmc… Es carillo, pero merece la pena ^^

Este restaurante está en Shinjuku, el otro barrio al que le íbamos a dedicar parte del día. Sobre todo para ver las vistas que ofrece el observatorio de la Torre norte del Ayuntamiento de Tokio (además son gratis). Lástima que el día estuviese nublado y el Monte Fuji casi sólo se podía imaginar.

Luego no podía irme sin hacer una foto al hotel en el que se conocen los protagonistas de Lost un Translación, el Hyatt park.

Y desde allí, dirección Nakano Broadway, galería comercial llena de tiendas Mandarake especializadas y alguna que otra tienda friki. Pensamos que allí íbamos a encontrar la figura de Takamura tan ansiada por Víctor, pero na de na. Preguntas y brazos en cruz y la maldito frase de Sold out.

Para cenar decidimos repetir en un Sushi bar en Akihabara que nos gustó mucho, calidad y precio está muy bien, y a menos de 600 metros del hotel (algo importante cuando se me ha hecho una super pompa en el dedo pequeño del pie derecho de tanto andar).

Hoy nos iremos al barrio de Asakusa, a la parte más tradicional de Tokio. Luego os cuento ^^

 

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