Fasciola hepatica (duela del hígado)

Denominada popularmente «duela del hígado», Fasciola hepatica [«hepatica» no lleva tilde al ser un término en latín] da lugar a la caquexia del ganado ovino y, en menor medida también del bovino y caprino. La fasciolasis hepática es consecuencia de la infestación por el gusano trematodo Fasciola hepatica.

Fasciola hepatica fue el primer trematodo descrito (de Brie, 1379). Varios siglos después, Leukart (1882) y Thomas (1883) pergeñaron su ciclo vital (véase más adelante en este mismo texto). [Trematodos son una familia zoológica de los platelmintos. Etimológicamente, trematodo deriva del griego trimatoda, esto es «poseedor de aberturas o ventosas»].

Su distribución es prácticamente mundial, desde Sudamérica hasta las repúblicas asiáticas de la antigua URSS (en especial Uzbekistán), pasando por los países ribereños del mar Mediterráneo (incluida España), Oriente Medio, y Hawái y Australia en el Océano Pacífico.

CICLO VITAL

Fasciola hepatica es un trematodo de aspecto carnoso y forma de hoja (30mm de longitud x 13mm de ancho en su zona ventral). La ventosa bucal mide alrededor de 1mm, y la ventosa ventral 1,6mm. A la faringe le sigue un esófago corto que se continúa con un tubo digestivo con numerosos ciegos ramificados que llegan a la parte distal del gusano.

El aparato genital se halla en la región ventral. Tanto los testículos como el ovario son ramificados. Los huevos se deponen en el poro genital al final del útero. Son grandes, ovoideos, operculados y pardo-amarillentos, con un tamaño de 130-150mcm x 63-90mcm. Se depositan en los conductos biliares del molusco (hospedador) siendo eliminados junto con las heces.

Los huevos maduran en el agua, en condiciones favorables (22 a 25 grados) al cabo de entre 9 y 15 días. Finalmente se abren, y los miracidios (primer estadio larvario) quedan libres debido a la hipotonicidad de los contenidos del huevo.

Imagen  1: miracidio

Los miracidios (ver imagen 1) penetran en el cuerpo de los caracoles (gasterópodos del género Lymnaea) que actúan como hospedadores intermediarios. Durante la entrada en los caracoles, pierden sus cilios, adoptando el estadio de esporocitos.

Imagen 2; redia

Imagen 3: cercarias.

Transcurridas unas tres semanas, los esporocitos dan lugar a la primera generación de redias (segundo estadio larvario (imagen 2); surgiendo una segunda generación de redias al cabo de aproximadamente otra semana. Finalmente las redias se metamorfosean en cercarias (tercer estadio larvario) (imagen 3).

Durante la noche, cuando el caracol se halla en el agua, las cercarias abandonan el hospedador, nadan, pierden la cola, enquistándose en forma de diminutas esférulas blanquecinas. La viabilidad de estos quistes (esférulas) es muy dependiente del grado de humedad. Los quistes no son infecciosos en condiciones de sequedad.

Los mamíferos (animales y humanos) contraen la infección cuando ingieren plantas que albergan estas metacercarias  (cercarias de segunda generación) enquistadas. En el tracto digestivo de los mamíferos, las metacercarias perforan la pared intestinal, migran a la cavidad peritoneal, atraviesan la cápsula de Glisson, entran en el parénquima hepático, llegando a los conductos biliares. Allí se acomodan y crecen hasta el estadio de gusano maduro.

PATOGENIA

 Las metacercarias no producen lesiones importantes durante su tránsito desde el duodeno o yeyuno hasta parénquima hepático. Una vez allí dan lugar a lesiones traumáticas y necróticas. La metamorfosis desde el estadio de metacercaria al de gusano adulto transcurre en los conductos biliares. La aglomeración de gusanos desencadena adenomas (lesiones inflamatorias) y fibrosis del tejido epitelial que recubre los conductos biliares.

Si la concentración de gusanos en el hígado y conductos biliares es elevada, se desencadena atrofia del parénquima hepático por compresión y cirrosis peri-portal.

Las fasciolas jóvenes se alimentan primordialmente de hepatocitos, aun cuando su alimento preferido es sangre.

Las larvas atraviesan la cavidad peritoneal dando lugar a focos ectópicos en forma de abscesos y fibromas. En el hombre se han hallado este tipo de lesiones en vasos sanguíneos, pulmones, tejido subcutáneo, ventrículos cerebrales y órbita ocular.

La patogenia humana se caracteriza por obstrucción biliar con la subsiguiente ictericia y cólico biliar. Clínicamente se manifiesta por tos, vómitos, rigidez abdominal generalizada, dolor a la palpación intestinal, urticaria, fiebre irregular y diarrea.

Analíticamente: leucocitosis y eosinofilia.

La colelitiasis es una complicación relativamente frecuente.

En algunas comunidades (Líbano y Armenia) debido a la costumbre de consumir hígado crudo de ovejas y cabras, se presentan esporádicamente casos de fascioliasis faríngea denominada halzoun («sofocación»). El alojamiento temporal de las fasciolas adultas en la mucosa de la faringe causa edema, congestión del vello palatino; así como de la faringe, laringe, fosas nasales y trompas de Eustaquio. El cuadro clínico asociado da lugar a disnea, disfagia, sordera y, en ocasiones, asfixia (de ahí la denominación popular de halzoun).

DIAGNÓSTICO

Este aspecto trasciende el objetivo de este informe. El diagnóstico confirmatorio es mediante el hallazgo de huevos en análisis coprológico y/o biliar.

EPIDEMIOLOGÍA

El contagio se produce mediante la ingestión accidental de metacercarias enquistadas adheridas a la vegetación, o situadas en el fondo de charcas de agua dulce.

Una de las maneras más habituales de contagio es la ingesta de berros crudos (Nasturtium officinale), usados como aderezo culinario. Los berros, otrora despreciados y dedicados a alimento para el ganado, han entrado a formar parte de la restauración debido a la revalorización de sus propiedades y su elevado contenido en algunas vitaminas.

TRATAMIENTO DE LA FASCIOLASIS

Los tratamientos ensayados años ha, fueron clorhidrato de emetina (dosis acumulada total de 5mg/Kg de peso) (año 1948); bitionol (Corea, 1962); y hexacloroparaxileno (Rusia, 1965).

Más recientemente se ha usado triclabendazol (1 o 2 dosis de 10mg/Kg) administrado de modo postprandial; así como nitazoxanida.

Cuando las infecciones hepáticas se tratan de modo adecuado no suele ser preciso realizar una colecistectomía. Los focos ectópicos del parásito deben visualizarse primero para extirparse después quirúrgicamente.

Otras especies del género Fasciola (así F. gigantica, F. aegyptica) son parásitos de herbívoros que pueden infectar incidentalmente al hombre. Se han notificado casos esporádicos en lugares tan dispares como Uzbekistán, Iraq, Vietnam y Hawái. Estas especies se acomodan en especies de caracoles distintas del hospedador intermediario de Fasciola hepatica.

PROFILAXIS

La profilaxis se consigue mediante la quimioterapia de los animales infectados, la erradicación de los moluscos que actúan como hospedadores intermediarios  (con sulfato de cobre diluido 1:50.000), uso de fertilizantes y gestión adecuada de los campos de cultivo.

Zaragoza a 4 de abril de 2017

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

FARMACIA LAS FUENTES

ZARAGOZA

 

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