Expansión en China de la gripe porcina G4 EA H1N1 2020

2 de julio de 2020.-

Un estudio reciente previene que la cepa H1N1 de gripe porcina se está expandiendo entre los trabajadores de las granjas porcunas en la República Popular China. Normalmente esta cepa (variante genética) es endémica entre los cerdos, pero ahora se han comenzado a notificar infecciones en humanos. La inquietud radica en que esta gripe porcina tiene capacidad de desencadenar una pandemia.

El virus de la gripe (influenza[1]) H1N1 se transmite fácilmente entre humanos. Existen antecedentes: en el año 2009 se propagó por todo el mundo causando alrededor de 285.000 muertes hasta su deriva a gripe estacional.

La cepa más novedosa, conocida como G4 EA H1N1 tiene una elevada prevalencia en las granjas porcinas de China desde el año 2016. El virus se replica de modo muy rápido en el tracto respiratorio humano. Hasta ahora (2 de julio de 2020) se han infectado asintomáticamente algunos trabajadores de estas granjas, pero esta situación puede cambiar de manera rápida e inesperada. [G4: Genotype 4; EA: Eurasian-Avian-like].

Los virus G4 tienen todas las características necesarias para desencadenar una pandemia. Se considera, pues, urgente controlar la infección en los animales y monitorizar a los trabajadores de las granjas porcunas.

El estudio retrospectivo se ha publicado online en la revista PNAS (Proceeding of the National Academy of Sciences)[2]. Se llevó a cabo mediante la vigilancia de la población porcina en 10 provincias chinas entre los años 2011 y 2018. Durante el último trienio se recogieron 338 muestras de sangre de trabajadores en 15 de 230 granjas, y de otras 230 de personas que no trabajaban en las granjas pero viven en lugares cercanos.

En este estudio se halló que el 10,4% de los trabajadores, y el 4,4% de personas cuya vinculación no era laboral sino de proximidad, dieron positivo para el virus G4 EA H1N1. Los trabajadores más jóvenes, en el rango de edad comprendido entre los 18 y 35 años tuvieron el índice de positividad más elevado, de hasta el 20,5%.

Nadie se atreve a realizar previsiones acerca de la evolución de esta gripe porcina. Es posible que la infección tenga una expansión geográfica limitada o, por el contrario, el virus mute a un genotipo más virulento con capacidad de expandirse de modo pandémico. Tal fue el caso de SARS-Covid-2, que comenzó modestamente en la ciudad de Wuhan y, tras adquirir la capacidad de transmitirse fácilmente entre humanos, se extendió por todo el planeta.

El estudio publicado en la revista PNAS se envió a revisión por pares (peer review) a principios de diciembre de 2019, algunas semanas antes de que la entonces aun denominada «neumonía de Wuhan» adquiriese extensión planetaria.

Lo importante en este momento es constatar que todos los infectados se han contagiado por contacto directo con los animales o sus productos (por ejemplo, excretas), y no directamente de otra persona.

El estudio se considera importante y el virus parece peligroso. No hay que alarmarse, pero sí actuar con celeridad para evitar añadir otra pandemia a la ya existente.

Las variaciones euroasiáticas de la gripe H1N1 han estado circulando entre los cerdos de Europa y Asia durante décadas, pero la incidencia del virus G4 [la nueva variante del EA (H1N1)] en cerdos de granja de la República Popular China con signos y sintomatología de infección aumentó a partir del año 2014.

El virus G4 EA H1N1 es un problema de creciente magnitud en las granjas porcinas y su proliferación aumenta el riesgo de contagio a los trabajadores.

El estudio de la revista PNAS se realizó mediante una colaboración de diversas Agencias gubernamentales de China, universidad de Nottingham (Reino Unido) y Organización Mundial de la Salud.

La pandemia del virus H1N1 del año 2009 que afectó a unos 74 países tuvo una mortalidad baja (aproximadamente 0,02%), mientras la erróneamente llamada «gripe española», a la que siempre se toma como deixis, fue del 2,5%, si bien las precarias condiciones existentes durante la Gran Guerra (1914-1918) incrementaron la letalidad.

Una cuestión trascendente es estimar la mortalidad real de la actual pandemia por coronavirus SARS-Covid-2. Sin embargo, esta cifra solo se podrá determinar con cierto grado de fiabilidad cuando la pandemia haya concluido.

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA SOBRE LOS VIRUS INFLUENZA

Existen cuatro tipos de virus de la gripe[3] (influenza): A, B, C y D. Los dos primeros (A y B) son responsables de la denominada gripe estacional, pero las variantes genéticas del tipo A tienen capacidad pandémica.

Los virus de la gripe A se dividen en subtipos en función de las características moleculares de dos proteínas de la superficie del virus: H (hemaglutinina) y N (neuraminidasa). Se han identificado 18 variantes de la proteína H, y 11 de la proteína N. El número teórico de combinaciones de distintos tipos de proteínas H y N es, por lo tanto, de 198. Sin embargo, solo se han detectado en la Naturaleza 131 variantes genéticas (serotipos); de ellos los más habituales son: A(H1N1) y A(H3N2).

Los virus de la gripe tipo B se clasifican en linajes (no en tipos). Hay dos: B/Yamagata, y B/Victoria, en función de las ciudades japonesa y australiana en las que se identificaron.

Las variaciones «mayores» del virus de la gripe son las que determinan que un virus que afecta a los animales pueda contagiar a los humanos. Este escenario es especialmente peligroso dada la ausencia de experiencia inmunológica previa con el virus. Esto sucedió con la pandemia de gripe del año 2009 que, por fortuna, pronto se convirtió en gripe estacional.

Los virus influenza cambian constantemente a lo largo del tiempo. El genoma de un virus de la gripe sufre modificaciones de tres tipos: sustituciones, variaciones o mutaciones. Estas variaciones genéticas se traducen en cambios en la estructura de las proteínas antigénicas del virus H y N. Estas modificaciones determinarán la facilidad de propagación del virus, la susceptibilidad frente a las vacunas elaboradas con anticipación, la respuesta a los medicamentos antivirales específicos (antigripales), y la probabilidad de que un virus de la gripe animal pueda infectar a humanos (zoonosis).

Cada año se secuencian los genomas de aproximadamente 7.000 virus influenza tomadas de muestras en pacientes. El genoma (conjunto de genes) del virus de la gripe contiene 12 proteínas, de las que las más importantes desde el punto de vista antigénico son la H (hemaglutinina) y N (neuraminidasa).

En la actualidad los virus de influenza A (H1N1) están relacionados con los virus pandémicos H1N1-2009[4] (aparecieron en la primavera de 2009). Desde entonces este virus ha continuado en circulación con mínimos cambios antigénicos que no han afectado a su patrón antigénico.

En cambio, el virus A (H3N2) tiende a mutar con mayor frecuencia, manteniéndose en circulación las diferentes variantes genéticas (serotipos).

Los virus de la gripe B cambian muy poco, tanto en sus patrones genético y antigénico.

Nomenclatura de los virus influenza.-

 

La nomenclatura aceptada internacionalmente para los virus de la gripe (influenza) se acordó por la Organización Mundial de la Salud en el año 1979 y se publicó en febrero de 1980[5].

Cuando los humanos contraen un virus de la gripe que normalmente circulan entre los cerdos, se le añaden letras para diferenciarlo. Así es el caso del reciente virus de la República Popular China, designado G4 ES A (H1N1).

¿Cómo se formula la vacuna contra la gripe estacional cada año?

En la vacuna se incluyen los virus A (H1N1), A (H3N2), junto a uno o dos virus de influenza tipo B (esto varía en función de las diferentes vacunas que se comercializan). Hay que tener en cuenta que la vacuna contra la gripe estacional no protege contra otros virus que pueden dar lugar a una sintomatología similar a la gripe. De ahí, la percepción de que se puede contraer la “gripe” a pesar de estar vacunado.

Un interesante proyecto de investigación se dirige a lograr una vacuna antigripal que no haya que renovar cada año. Se ha ensayado en ratones un mega-anticuerpo que podría proteger definitivamente contra todas la variantes genéticas del virus de la gripe.

Zaragoza a 2 de julio de 2020

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Florentino Ballesteros, 11-13

50002 Zaragoza

[1] El término influenza para designar la gripe procede de un error. Durante algún tiempo se creyó que la gripe era una infección bacteriana causada por Haemophilus influenza. En realidad la gripe es una infección vírica. Sin embargo, la denominación influenza persistió en la literatura científica.

[2] Referencia bibliográfica: Honglei Sun, et al. Prevalent Eurasian avian-like H1N1 swine influenza virus with 2009 pandemic viral genes facilitating human infection. Fecha publicación online: 29 de junio de 2020

[3] Los virus de la gripe son ARN-virus.

[4] A este virus se le denomina técnicamente: A (H1N1) p dm09. Se le asignó el adenda “pdm09” a fin de diferenciarlo del virus de gripe estacional [A (H1N1)] que ya circulaba en la comunidad cuando apareció la variante pandémica.

[5] Boletín Informativo World Health Organization 1980; 58(4): 585-591.

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