Lecciones de la epidemia de sarampión en Samoa

Funeral de un niño de 9 años víctima del sarampión (Samoa)

Casi todo el mundo asocia a las islas polinesias con Action, el paraíso donde se dice que Dios envió a los descendientes de Adán y Eva tras su expulsión del paraíso original. Pero… Samoa no estaba preparada para enfrentarse al sarampión. Como consecuencia miles de niños se han contagiado, de los que algunos, la mayoría bebés, han fallecido. Casi no existe una familia en este país isleño que no se haya visto afectado. En esta nación las familias suelen ser muy extensas y la vida comunal es parte fundamental de su cultura. [El 90% aproximadamente del territorio está formado por las islas Savai’i y Upolu].

El problema comenzó tras una imprudente decisión gubernamental. Un posible error médico movió al gobierno a interrumpir los programas de vacunación infantil mientras se llevaba a cabo una exhaustiva investigación de lo sucedido.  Al amparo de esta errónea resolución, los activistas contrarios a la vacunación hicieron su particular propaganda para que los padres acudiesen a los curanderos tradicionales como alternativa a la medicina convencional.

Tristemente, Samoa se ha convertido en paradigma de las consecuencias que la desconfianza en las vacunas y las interrupciones en los programas de prevención de la salud tienen en la población más vulnerable, en este caso, los recién nacidos. Otro ejemplo más del resurgimiento del sarampión en todo el mundo.

Durante este año los brotes de sarampión han afectado a prácticamente todas las regiones del planeta, notificándose en países en los que se consideraba erradicado de facto. El aumento global de la prevalencia de sarampión durante el primer trimestre del año 2019 fue del 300% en relación al mismo período de 2018.

Ante la alarmante situación el gobierno samoano ha decidido actuar, reconociendo la intemperancia de su decisión.

En muchas aldeas las familias colgaban banderas rojas en sus balcones y ventanas como advertencia a las autoridades sanitarias de que necesitaban y exigían ser vacunados. Las autoridades se han propuesto lograr una tasa de vacunación del 95%, cifra que se considera imprescindible para lograr una protección colectiva, que técnicamente se denomina «inmunidad de rebaño».

Oficialmente se han producido 5.400 casos de sarampión, con una mortandad de 77 personas (mayoritariamente niños de muy corta edad). Es una cifra significativa para una población de alrededor de 200.000 personas. Sin embargo, la convicción general es que la cifra de contagios (y fallecimientos por esta causa) es sustancialmente superior.

Las funerarias agotaron sus féretros pequeños, llegando a ofrecer gratuitamente sus servicios cuando se trata de niños muy pequeños.

El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas que se conocen. Cada enfermo contagia como promedio a entre 12 y 18 personas. El único tratamiento disponible es sintomático: disminuir la fiebre, controlar la tos y aliviar el eritema macular con pápulas. La principal complicación, causa de su mortalidad, es la neumonía. Cuando se sobrevive a la infección, las secuelas son comunes e importantes: debilidad permanente del sistema inmunitario y complicaciones neurológicas irreversibles.

En el año 2013, en Samoa, prácticamente el 90% de los niños al cumplir el primer año de vida recibían la vacuna la vacuna triple vírica (que protege frente al sarampión, la rubéola y la parotiditis).

Sin embargo, durante los años siguientes la tasa de vacunación (que no era obligatoria) disminuyó paulatinamente. Nadie pareció dar importancia al asunto; y aún menos que se pudiese desencadenar una epidemia de sarampión.

La disminución del  porcentaje de vacunación continuó disminuyendo, llegando a tan solo un 30% en el año 2018, una cifra equiparable a la de los países más pobres de África. Para empeorar las cosas, ese año varios bebés murieron tras recibir vacunas «triple vírica» muy posiblemente por una grave negligencia médica: las jeringas contenían un potente relajante muscular en lugar de agua estéril para inyección.

La gente dejó de acudir con sus hijos a los centros de vacunación, al mismo tiempo que se generalizaron las protestas. En medio la crisis, el gobierno retiró la vacuna triple vírica en todo el país y suspendió el programa de vacunación durante nueve meses, mientras realizaba una investigación.

La decisión creó una cohorte (grupo) de niños menores de cinco años especialmente susceptibles, que han resultado ser lo más afectados y en los que la tasa de mortalidad ha sido más elevada.

Los programas de vacunación se reanudaron en abril de 2019. El proceso penal contra las enfermeras sigue su curso cuando se redacta este artículo (enero 2020).

Los grupos anti-vacunas han aprovechado el accidente para vindicar su peligroso y amoral posicionamiento, auspiciados en la desconfianza y el temor que siguió a la negligencia médica. El gobierno ha detenido a un activista anti-vacuna que promovía la utilización de preparados vitamínicos como alternativas a las vacunas.

Una cuestión trascendente es el posicionamiento de personas que por su prestigio e influencia pueden crear corrientes de opinión, desde deportistas conocidos (caso de un famoso jugador de rugbi samoano) o del político Robert F. Kennedy Jr., de Estados Unidos.

El Ministerio de Salud samoano informó que la epidemia llegó al archipiélago de Samoa junto con un viajero contagiado procedente de Nueva Zelanda, un país afectado también de un brote epidémico de sarampión. El gobierno retrasó la confirmación del caso, pues hubo de enviar las muestras a un laboratorio de Australia. La demora permitió que la epidemia se expandiese en el archipiélago de Samoa. El caso sospechoso se confirmó el 9 de octubre (2019); la epidemia se declaró el día 16 del mismo mes; y en noviembre se tuvo constancia del fallecimiento de 15 niños. Fue entonces cuando el gobierno declaró el estado de emergencia sanitaria, cerró las escuelas y prohibió las reuniones en que hubiese muchos niños. El estado de emergencia se prolongó hasta el 29 de diciembre. Durante el mes de diciembre, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud y UNICEF (United Nations International Children’s Emergency Fund) se llevó a cabo la vacunación masiva de la población, no solo niños. Tras este grave percance, el parlamento se plantea legislar la obligatoriedad de vacunación para ingresar en las escuelas. La amarga experiencia en este lejano país ha creado un paradigmático compromiso político y social, para asumir responsabilidades en lugar de eludirlas. Muchos sanitarios han trabajado en los hospitales de manera desinteresada durante turnos interminables.

Un problema añadido es que algunos padres acuden a curanderos tradicionales que usan máquinas potabilizadoras de agua a las que otorgan fraudulentas atribuciones de potenciar el sistema inmune de los niños. Es muy difícil convencer a sus padres de lo erróneo de su proceder para la salud de sus hijos más pequeños y vulnerables.


Samoa es un grupo de islas de Polinesia que fueron colonizadas por Alemania y Estados Unidos durante el siglo XIX. Siete islas orientales del archipiélago constituyeron en 1899 la Samoa Americana, siendo regidas sucesivamente por el Departamento de Marina [estadounidense] durante los primeros 51 años del siglo XX; y, desde 1951 hasta 1978 por el Departamento de Interior [estadounidense]. En ese año {1978] se eligió un gobernador, creándose una legislatura bicameral (20 congresistas y 18 senadores) con competencia exclusiva en asuntos internos. La política exterior continuó en manos estadounidenses.

En 1914 las islas occidentales del archipiélago fueron invadidas por el ejército neozelandés. Dos años después de concluida la Primera Guerra Mundial, este grupo de islas [occidentales] quedó primero bajo jurisdicción de la Liga de Naciones, y, más tarde bajo Naciones Unidas.

A partir de 1960, las islas occidentales (Western Samoa) se convirtieron en el primer estado polinesio independiente, miembro de la Commonwealth  y del South Pacific Forum. Durante la década de 1960, el nuevo estado se posicionó contrario a las pruebas nucleares francesas en Nueva Caledonia, entonces Polinesia Francesa.

Zaragoza, a 3 de enero de 2020

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Florentino Ballesteros, 11-13

50002 Zaragoza

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