Obituario de Bill Jenkins. Tuskegee Syphilis Study.

El 17 de febrero (2019), a la edad de 73 años,  falleció en Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos, Bill Jenkins, quien durante su vida laboral fue epidemiólogo funcionarial. Su fama trascendió por su actitud crítica durante la década de 1960 frente al estudio Tuskegee sobre la sífilis en la población negra. Su compromiso social le llevó a mantener una actitud crítica frente al racismo en la atención médica.

El denominado estudio Tuskegee (por el nombre de la población del estado de Alabama) trataba de «estudiar» la sífilis entre la población negra, para lo que se creó un grupo al que no se trataba médicamente para que sirviese como «grupo control». A estas personas se les dijo que tenían «mala sangre» y se les engaño creyendo que estaban siendo tratadas. La realidad era otra: fueron usadas como controles frente al grupo que era tratado con penicilina. El infame estudio pretendía observar las consecuencias de la sífilis no tratada.

En aquella época, Bill Jenkins trabajaba como estadístico en el US Public Health Services, en Washington.

La infección sifilítica fue transmitida por alguno de estos hombres a sus esposas;  y, de éstas pasaron a algunos de sus hijos durante los embarazos. La sífilis no tratada causa ceguera y otros daños cerebrales irreversibles, matando finalmente al enfermo. El tratamiento es tan simple como una única inyección de penicilina.

El ignominioso «estudio» se prolongó durante cuatro décadas, desde 1932 a 1972.

Lejos de realizarse en secreto, el estudio Tuskegee contó con el apoyo financiero e intelectual de la Sociedad Médica Norteamericana.

Bill Jenkins, él mismo de raza negra, se encargaba del análisis estadístico de los resultados que se iban obteniendo. Sin embargo, conocedor de la perversión del« estudio», comunicó sus inquietudes a otros colegas afroamericanos y a diversos periodistas. La información suministrada no generó interés en la prensa.

Fue otro epidemiólogo, Peter Buxtun quien hizo llegar la información a la agencia de prensa AP (Associated Press). The New York Times se hizo eco de la noticia. Le siguieron otros medios de comunicación. De inmediato la nación se conmocionó y el «estudio» se interrumpió.

Bill Jenkins manifestó lo que era una creencia generalizada: que la investigación médica estaba sesgada, en perjuicio de las personas de color, como se evidenciaba por el estudio Tuskegee.

Una de las estrategias para modificar los prejuicios imperantes fue reclutar personas de color (negras) para diversos puestos de responsabilidad en las profesiones relacionadas con la Salud Pública. Ello hizo posible modificar no solo prejuicios, sino comportamientos que limitaban el acceso a la salud de los más desfavorecidos.

Bill Jenkins fue pionero de los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) a la hora de reconocer que la pandemia del SIDA tenía mayor incidencia entre la población negra, convirtiéndose en director de prevención del SIDA en minorías sociales y étnicas. Impulsó, además, un programa de beneficios sociales a las personas afectadas por la praxis criminal del estudio Tuskegee, proporcionándoles de manera gratuita la atención médica que se les negó en aras de una supuesta investigación.

Susan M.Reverby autora del libro Examining Tuskegee: The Infamous Syphilis Study and its Legacy (2009) afirmó en una entrevista reciente que Bill Jenkins había luchado con éxito para ampliar los beneficios de los supervivientes y sus familias, procurando una atención integral, no solo médica.

Así mismo, contribuyó a que el gobierno federal se disculpase oficialmente por el aberrante experimento. En el año 1977, el entonces Presidente Bill Clinton invitó a los ocho supervivientes del estudio Tuskegee y sus familias a la Casa Blanca. Cinco supervivientes asistieron (tres rehusaron), donde recibieron una disculpa oficial en nombre de la nación de manos de su Presidente.

No power on Earth can give you back the lives lost, the pain suffered, the years of internal torment and anguish. What the United States government did was shameful, and I am sorry.

Ningún poder en la tierra puede devolver las vidas perdidas, el dolor sufrido y los años de tormento y angustia, declaró Bill Clinton. Lo que hizo el gobierno de Estados Unidos es vergonzoso; y lo siento.

Desde entonces, cada año se conmemora esta disculpa en el National Center for Bioethics in Research and Health Care, en la ciudad de Tuskegee. El centro fue financiado como parte del pago por el resarcimiento del dolo causado.

William (Bill) Carter Jenkins nació el 26 de julio de 1945, hijo del director de una funeraria y propietario de un restaurante, y de una maestra de escuela. Obtuvo su licenciatura (Bachelor) en Matemáticas en Morehouse College, un centro para formación de alumnos de raza negra. Comenzó a trabajar en estadística en el National Health Service, siendo uno de los primeros miembros cualificados de raza negra de dicho organismo. Se especializó en Bioestadística en la universidad de Georgetown en 1947, realizando un máster en Salud Pública en la universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, doctorándose (Ph.D.) en epidemiología en el año 1983.

Durante su época de estudiante Bill Jenkins fue un activista por los derechos civiles, integrado en la liga de Student Nonviolent Coordinating Committee, llegando a estar encarcelado junto a John Lewis, quien llegaría a ser congresista por el estado de Georgia, por organizar una trifulca en el restaurante de Lester Maddox, un segregacionista que llegaría a ser gobernador de Georgia.

Mantuvo su compromiso social más allá de la época estudiantil. Mientras trabajaba en el National Health Service como estadístico, ayudó a fundar un periódico, The Drum, dirigido a los empleados que percibían actitudes racistas o eran conocedores de situaciones de este tenor.

Más tarde, Bill Jenkins fundó la Sociedad para el Análisis de Problemas de Salud Pública Afroamericana, dedicada a eliminar las inequidades de salud entre grupos sociales, muy vinculados al origen étnico.

Sin embargo, fue el estudio Tuskegee el determinante de su compromiso y quehacer durante muchos años de su vida.

El último hombre (del total de 623) que tomó parte en el estudio Tuskegee fue Ernest Hendon. Falleció en el año 2004 a los 96 años. En la actualidad, doce descendientes de aquel infame estudio continúan recibiendo beneficios públicos.

Zaragoza, a 6 de marzo de 2019

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Florentino Ballesteros, 11-13

50002 Zaragoza

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