Ginkgo biloba, el fósil de la medicina

«Fósil de la medicina» es la expresión que usó Charles Darwin para referirse a este árbol de gran porte, con más de 40 metros de altura originario de China, Japón y Corea, aclimatado en muchos otros países como ornamental. Existen ejemplares con una antigüedad de 2.500 años. Desde un punto de vista evolutivo, su morfología ha permanecido inalterable a lo largo de 200 millones de años aproximadamente. Se le conoce popularmente como cabellera de doncella y como árbol de los cien escudos. El nombre de especie (biloba) deriva del aspecto de sus hojas, con un surco central que da dibuja dos lóbulos. Existen árboles machos y hembras. Los conos femeninos tienen una capa externa carnosa con un desagradable olor a mantequilla rancia. Sin embargo, el interior del cono (la pulpa) es comestible y muy apreciado en la tradición culinaria china.

Conos femeninos de un árbol hembra de Ginkgo biloba

En la medicina tradicional china se usa en indicaciones tan variadas como el vértigo, las alteraciones del sueño, inestabilidad emocional, signos de demencia, enfermedad arterial oclusiva periférica, fortalecimiento cardíaco y pulmonar, y sabañones. Con las semillas se preparaban cocciones antitusígenas y expectorantes.

Ginkgo biloba

Los ingredientes activos incluyen flavonoides (glucósidos del flavonol y biflavonoides no-glucosídicos), lactonas diterpénicas (ginkgólidos A, B y C) y sesquiterpenoides (bilobalida),

Desde un punto de vista farmacodinámico el extracto normalizado, designado como EGb 761, inhibe el PAF (Platelet Activating Factor), y la enzima acetilcolinesterasa. En base a estas observaciones in vitro, se han explicado muchas de sus siempre controvertidas acciones.

El interés de la medicina actual radica en sus potenciales beneficios sobre la función cognoscitiva y la memoria en los estadios iniciales de la demencia de alzhéimer. En este sentido su comercialización en algunos países como producto de herboristería ha condicionado que apenas haya estudios rigurosos sobre su eficacia.

La dosis estándar de los extractos de Ginkgo biloba es de 120mg, administrado 2 o 3 veces por día.

Los escasos estudios sobre la utilidad del extracto EGb 761 se han centrado en sus efectos sobre la memoria y el aprendizaje, dejando de lado otras posibles acciones terapéuticas (aumento de la concentración y motivación, y disminución de la ansiedad). Los estudios se han llevado a cabo en personas predispuestas, lo que crea un sesgo favorable hacia los resultados buscados.

Algunos estudios rigurosos (controlados frente a placebo y con «doble-ocultación») mostraron una mejora de entre un 10 y un 20% en las pruebas de memoria a corto plazo en enfermos de alzhéimer. Tal vez la eficacia se deba a su capacidad de inhibir la enzima acetilcolinesterasa, con el consiguiente incremento de las concentraciones del neurotransmisor (acetilcolina) en las sinapsis cerebrales. Los resultados se obtuvieron en un estudio patrocinado por Productos Farmacéuticos Dr. Willmar Schwabe, en Karlsruhe, Alemania).j

Bibliografía del uso de Ginkgo biloba en la enfermedad de alzhéimer:

  • Oken BS, et al. The efficacy of ginkgo biloba on cognitive function in Alzheimer disease. Arch Neurol 1998; 55: 1409-15.
  • Dekosky ST., et al. Ginkgo biloba for prevention of dementia: a randomized controlled trial. JAMA 2008; 300: 2253-62.

Las acciones de los extractos de Ginkgo biloba son de tipo circulatorio (inhibición del PAF, dilatación arterial con mejora de la perfusión del tejido cerebral), antioxidante, aumento de la utilización de glucosa por el núcleo accumbens, cerebelo, y cortezas frontal y parietal; así como acciones directas sobre varios neurotransmisores (acetilcolina, GABA y noradrenalina).

No obstante, los resultados de otros estudios variaban en función de la metodología (prueba cognitiva) usada para evaluarlos. En general, los pacientes tratados con el extracto de Ginkgo biloba mejoraban en la misma medida en que empeoraban aquellos del grupo placebo. Algunos experimentos (sin suficiente peso para ser catalogados de ensayos clínicos) evidenciaron que los beneficios observados con los extractos normalizados (EGb 761) se observaban a corto plazo, desapareciendo cuando se prolongaba la duración de la evaluación.

Ginkgo biloba en adultos sanos.-

Un estudio realizado a mediados de la década de 1980 en la universidad de Leed, Reino Unido, entre personas sanas en la adultez (rango de edad: 25 a 40 años) demostró que dosis muy elevadas (hasta 600mg de EGb 761) mejoraban las pruebas de memoria a corto plazo. Otro estudio que evaluaba su efecto sobre la atención entre jóvenes llegó a idéntica conclusión: mejoría a corto plazo.

Algunas pruebas en animales de experimentación (ratones) mostraron que los animales aprendían más rápidamente tareas sencillas (manipular una palanca para obtener alimento). Sin embargo, no está claro si este aprendizaje fue consecuencia de la disminución de la ansiedad. Es bien sabido que la tensión nerviosa influye notoriamente en el aprendizaje y la memoria.

No por ser considerado un producto de herboristería o parafarmacia, el Ginkgo biloba está exento de riesgos, sobre todo cuando se administran dosis elevadas. Son éstos los siguientes: hematomas subdurales (hemorragias entre las membranas cerebrales), problemas gastrointestinales (xialorrea, náusea y vómitos), cefaleas y erupciones cutáneas. Con todo, la yatrogenia de los extractos de Ginkgo biloba es, en términos generales, muy baja.

El consumo excesivo (intoxicación) de semillas de Ginkgo biloba puede desencadenar convulsiones achacables a la ginkgotoxina, término bajo el que se engloban 4-metoxipiridoxina, y 4-O’-metilpiridoxina). A pesar de que el 4-metilpiridoxina es un derivado de la vitamina B6 (piridoxina) su presencia no es necesaria para la formación de la ginkgotoxina. Cada semilla de Ginkgo biloba contiene alrededor de 85mcg (0,085mg) de ginkgotoxina. Lógicamente, se debería evitar su empleo en personas con epilepsia o clínica de convulsión. De los estudios comentados cabe inferir que los beneficios del Ginkgo biloba son modestos y solo se observan a muy corto plazo. El efecto puede no ser superior a la toma de un simple azucarillo; es conocido que la ingestión de azúcar (o su inyección intravenosa en roedores) mejora el rendimiento cognitivo en personas (y roedores) con independencia de la edad. Los tratamientos que mejoran la memoria se ajustan a una función matemática en la que solo dosis intermedias consiguen algún beneficio, en tanto que las dosis demasiado bajas son ineficaces, y aquellas demasiado elevadas pueden deteriorar la memoria.

En cualquier caso la eficacia del Ginkgo biloba sobre la memoria y otras funciones cognoscitivas es cuestionable. Los estudios llevados a cabo son escasos, no siempre ajustados a la metodología científica, y con escaso número de participantes. Además, los beneficios que se observan en estudios limitados idos tienden a diluirse cuando se realizan ensayos clínicos más amplios.

Una referencia bibliográfica general sobre Ginkgo biloba es:

  • Braquet P. The ginkgolides: potent platelet-activating factor antagonists isolated from Ginkgo biloba L: chemistry, pharmacology and clinical applications. Drugs of the future 1987; 12: 643-99.

Zaragoza, a 15 de diciembre de 2020

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Florentino Ballesteros, 11-13

50002 Zaragoza

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