Controversia sobre la «píldora anticonceptiva». Nuevas evidencias.

(El texto completo, con todas las estructuras químicas, se puede consultar en la página web www.info-farmacia.com)

Un estudio realizado en Dinamarca ha demostrado (sería más preciso decir que «ha confirmado») que existe un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama entre las mujeres que usan regularmente contracepción farmacológica hormonal.

No obstante, este riesgo está sesgado por diversos factores, tales como la edad de la mujer, su estado de salud general, y otros no cuantificados.

El incremento del riesgo de cáncer de mama es, en términos estadísticos, muy poco significativo. Además, para las mayores usuarias de anticonceptivos orales (mujeres en la segunda y tercera década de sus vidas) el riesgo de desarrollar cáncer de mama se antoja un problema lejano, si bien es una concepción errónea.

Los anticonceptivos hormonales pueden aumentar ligeramente los odds ratio del cáncer de mama y del cáncer cervical. Sin embargo, la relación entre anticoncepción hormonal y «cáncer» (en sentido genérico) es compleja.

[odds ratio es el cociente de dos probabilidades, que «algo suceda» y que «eso mismo no ocurra». Compara la probabilidad de un determinado evento en dos grupos distintos. En este caso, la probabilidad de cáncer de mama en mujeres que usan anticoncepción farmacológica hormonal, en relación con las que no la utilizan. Hay que distinguirla del «riesgo relativo» (hazard ratio) que compara la probabilidad de que se presenten dos sucesos en un determinado grupo de estudio].

Los anticonceptivos disminuyen la incidencia de algunos cánceres reproductivos infrecuentes, tales como el carcinoma de endometrio y el cáncer ovárico, que frecuentemente se diagnostican en estadios avanzados, escasamente susceptibles a tratamientos resolutivos.

Así mismo, existen evidencias de que los anticonceptivos también disminuyen los odds ratio del cáncer de «colon y recto».

Un estudio británico monitorizó durante 44 años, a partir de 1968, muy poco después de la comercialización de la píldora anticonceptiva, a más de 46.000 mujeres. Los resultados se han ido publicando en distintos momentos, mostrando siempre que, si bien hay un aumento estadísticamente significativo del riesgo de cáncer de mama y cérvix, el efecto global sobre la mortandad por «cáncer» es neutro, porque el incremento del riesgo de unos tipos de cáncer se contrarresta por la disminución del riesgo de otros.

Diversos estudios han llegado a conclusiones similares.

David J. Hunter, profesor de epidemiología de la universidad de Oxford, Reino Unido, ha declarado que, en base a los estudios, la utilización de contraceptivos hormonales durante la vida fértil de una mujer podría «prevenir» más cánceres que los que «causa». David J. Hunter ha escrito una editorial referida al estudio danés, publicada en la revista The New England Journal of Medicine.

Existe suficiente cuerpo doctrinal para avalar que el empleo durante cinco o más años de contraceptivos hormonales orales reduce sustancialmente la probabilidad de cánceres de ovario, endometrio, y de «colon y recto»; y que, además, esta protección persiste durante 10 o 20 años tras interrumpir el tratamiento farmacológico.

La mayoría de los especialistas en salud femenina no consideran alarmante los hallazgos del estudio danés, debiendo contextualizarse los resultados. Bajo este criterio, el aumento del riesgo de cáncer de mama es casi irrelevante. La contracepción hormonal tiene una compleja matriz de beneficios y riesgos que se han de valorar en conjunto.

Muchos expertos en ginecología recuerdan que nunca se han ocultado los riesgos inherentes a la contracepción farmacológica. Éstos se han de contrapesar frente a los riesgos sanitarios y socio-económicos de embarazos no planificados.

El estudio danés no ha concluido algo que no se conociese hacía varias décadas: la relación entre la contracepción farmacológica y la mayor probabilidad de cáncer de mama.

Tal vez lo más sorprendente es que esta relación (contracepción farmacológica y riesgo de cáncer de mama) se ha mantenido aun cuando las nuevas formulaciones usan dosis de estrógeno menores que los primeros preparados comercializados; y así mismo, esta relación también se observa en mujeres que no toman hormonas por vía oral, sino que éstas se liberan desde dispositivos implantados en el útero.

CONTRACEPTIVOS HORMONALES COMERCIALIZADOS EN ESPAÑA (DICIEMBRE 2017)

Siguiendo la codificación anatómico-terapéutica recomendada por la Organización Mundial de la Salud, distinta de la clasificación usual en el mundo angloparlante, los anticonceptivos se agrupan bajo los epígrafes siguientes:

G: Ginecológicos

G03: Anticonceptivos hormonales

G03A: Anticonceptivos hormonales sistémicos

G03AA: Progestágenos y estrógenos a dosis fijas

G03AB: Progestágenos y estrógenos a dosis secuenciales

G03AC: Progestágenos

G03AD: Anticonceptivos «de emergencia»

G03AA: Progestágenos y estrógenos a dosis fijas

  • Etinilestradiol (0,03mg) + Clormadinona acetato (2mg)
  • Etinilestradiol (0,03mg) + Desogestrel (0,15mg)
  • Etinilestradiol (0,03mg) + Dienogest (2mg)
  • Etinilestradiol (0,03mg) + Drospirenona (3mg)
  • Etinilestradiol (0,03mg) + Gestodeno (0,075mg) [per os]
  • Etinilestradiol (0,55mg) + Gestodeno 2mg o 10mg) [parches transdérmicos]
  • Etinilestradiol (0,03mg) + Levonorgestrol (0,15mg)
  • Etinilestradiol (0,35mg) + Norgestimato (0,25mg)
  • Estradiol hemihidrato (1,5mg) + Nomegestrol acetato (2,5mg)
  • Etinilestradiol + Norelgestromina [parches transdérmicos]

G03AB: Progestágenos y estrógenos a dosis secuenciales (composición en la ficha técnica de cada preparado farmacéutico).

  • Gracial®
  • Qlaira®:
  • Triagynon®
  • Triciclor®
  • Trigynovin®
  • Triminulet®

Los grupos anatómico-terapéuticos GO3AA y G03AB asocian estrógenos y progestágenos a «dosis fijas» (G03AA), o «dosis secuenciales» (G03AB).

Las combinaciones a «dosis fijas» se administran durante 3 semanas (21 días). Algunos preparados comerciales añaden 7 comprimidos placebo para completar el ciclo menstrual.

Las primeras preparaciones comercializadas eran monofásicas (dosis fijas de estrógeno y progestágeno). Sin embargo, los preparados actuales son bifásicos o trifásicos. En estas formulaciones los comprimidos a lo largo del ciclo varían en las dosis de progestágeno (preparados bifásicos) o del progestágeno y estrógeno (preparaciones trifásicas). Este modo de proceder busca de modo prioritario reducir la dosis de progestágeno (responsable de los efectos adversos de estos fármacos), sin merma de su eficacia anticonceptiva.

Los progestágenos a dosis contraceptivas dan lugar a efectos adversos que reflejan sus actividades hormonales, en parte estrogénicas, en parte androgénicas, sin que puedan obviarse las actividades mineralocorticoide y glucocorticoide derivadas de su estructura esteroide.

En las preparaciones bifásicas, la dosis de estrógeno es fija, mientras la dosis de progestágeno aumenta a lo largo del ciclo.

En las preparaciones trifásicas, las dosis de progestágeno se incrementa en cada fase del ciclo, mientras la de estrógeno es idéntica en las semanas 1ª y 3ª del ciclo, siendo mayor durante la 2ª semana del ciclo menstrual. La 4ª semana no se toma medicamento o, para mantener la rutina, se toma placebo.

No se ha demostrado que las formulaciones bifásicas o trifásicas sean más eficaces (determinada por el número de embarazos no planificados) que las preparaciones a dosis fijas (monofásicos).

Todos estos preparados farmacéuticos actúan imposibilitando la ovulación, mediante la inhibición de la secreción de las hormonas FSH (Follicle Stimulating Hormone) y LH (Luteinizig Hormone).

El estrógeno más comúnmente empleado es el Etinilestradiol a dosis diarias entre 30 y 35mcg (0,03 a 0,035mg).

Los progestágenos usados derivan del 19-Nortestosterona. El más común es Levonorgestrol. Otros progestágenos (Clormadinona, Desogestrel, Dienogest, Gestodeno, Norgestimato o Nomegestrol) se han desarrollado con objeto de disminuir la acción androgénica y sus efectos asociados (seborrea, hirsutismo, acné).

G03AC: Progestágenos

  • Desogestrel 75mcg comprimidos.
  • Implanon NXT® [implante sub-dérmico] conteniendo 68mg de Etonorgestrel.

G03AD: Anticonceptivos «de emergencia»

  • Levonorgestrel (0,75mg – Norlevo® 2 comprimidos -; 1,5mg – Postinor® -) (sinonimia: Dexnorgestrel) [«píldora del día después»]
  • Ulipristal acetato 30mg (Ellaone®) [anticonceptivo de emergencia eficaz hasta 5 días tras una relación coital].

Levonorgestrol (1,5mg) fue el primer medicamento usado en la anticoncepción «de emergencia». Se ha de tomar en las 72 horas posteriores a una relación coital. Levonorgestrol es un progestágeno con débil actividad estrogénica y androgénica.

A dosis de 1,5mg inhibe la ovulación si ésta no se ha producido. Es ineficaz cuando se ha producido la implantación del óvulo fecundado. Su eficacia es inversamente proporcional al tiempo transcurrido desde el coito: 95% durante las primeras 24 horas; 85% si ha transcurrido entre 24 y 48 horas; y 58% entre 48 y 72 horas. La eficacia después del tercer día es muy cuestionable.

El acetato de ulipristal es un «modulador selectivo de los receptores de progesterona». Inhibe o retrasa la implantación del trofoblasto. Está autorizada su utilización en los cinco días siguientes a una relación coital, si bien su eficacia disminuye en función del tiempo transcurrido, desde un 85% durante las primeras 24 horas, hasta un 61% aproximadamente al cabo de 120 horas (5 días). [Trofoblasto es el tejido que forma el blastocito (embrión de 5 a 6 días formado por unas doscientas células). Está constituido por dos capas celulares, una interna y otra externa, sincitial, que, más adelante durante el desarrollo embrionario dará lugar a la placenta].

Zaragoza, a 21 de diciembre de 2017

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Zaragoza

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