Aspirina, un medicamento maravilloso que pudo no ser

Todo el mundo conoce la Aspirina® (ácido acetilsalicílico). Desde su descubrimiento y comercialización en 1899 ha formado parte de todos los botiquines domésticos y, por supuesto, de la praxis médico-farmacéutica mundial. Es versátil en sus indicaciones y muy barato. Sin embargo, bajo los restrictivos criterios usados hoy día para autorizar un medicamento, la Aspirina® probablemente nunca se hubiese comercializado. A pesar de su eficacia contra el dolor, la fiebre y la inflamación (el ácido acetilsalicílico, administrado a dosis bajas, es también útil para prevenir el embolismo), los riesgos de su uso como medicamento de libre dispensación no son desdeñables. El efecto adverso más importante, y conocido, es el riesgo de hemorragias (digestivas y cerebrales).

Las informaciones acerca de que el ácido acetilsalicílico protege frente al riesgo de ataques cardíacos, hemorragias cerebrales (derrames cerebrales, como popularmente se les denomina) e incluso el cáncer de colon y recto; así como el cáncer de esófago, secuela tardía del denominado esófago de Barrett, hacen que muchas personas decidan tomar una Aspirina® cada día, sin que haya sido prescrita por un médico. Sin embargo, con la Aspirina (como con cualquier otro fármaco) hay que sopesar los beneficios esperados con los riesgos potenciales. Hay, no obstante, una excepción: si cree que está sufriendo un ataque cardíaco, mientras llega la ambulancia, tome una Aspirina o cualquier otro preparado de ácido acetilsalicílico, sin preocuparse de la dosis. Este proceder no le perjudicará; antes al contrario, puede prevenir alguno de los efectos dañinos del coágulo sobre órganos vitales.

Los fármacos anticoagulantes clásicos interfieren con los factores de coagulación. En cambio, la Aspirina® actúa de una manera diferente: evitando la adhesión de las plaquetas (agregación plaquetaria) que da lugar a la formación de coágulos que obliteren las arterias.

Muchas personas (sobre todo hombres de más de 50 años, y mujeres de más de 60) pueden precisar una dosis diaria de Aspirina® a fin de reducir la probabilidad de un ataque cardíaco o una hemorragia cerebral. Si, además, coexisten factores de riesgo adicionales (diabetes, hábito tabáquico, enfermedades cardíacas, obesidad) el beneficio será sustancialmente mayor.

Un reciente estudio retrospectivo en el que participaron 146.152 adultos con un rango de edad de 50 a 59 años, publicado en la revista JAMA Network Open halló que la toma tres veces por semana de dosis bajas de ácido acetilsalicílico disminuye la mortalidad por cualquier causa y, específicamente, el riesgo de desarrollar cánceres gastrointestinales, principalmente el cáncer de colon y recto. Existen limitaciones a esta recomendación: historia clínica de hemorragias gastrointestinal o cerebral; personas tratadas con derivados cumarínicos; y quienes toman de modo habitual «anti-inflamatorios no-esteroides» (los clásicos AINEs).

El riesgo cardiovascular se puede estimar de modo muy sencillo mediante una calculadora diseñada por American College of Cardiology y American Heart Association.

A pesar de las evidencias, los Organismos Reguladores de Fármacos no respaldan la toma de ácido acetilsalicílico por personas sanas. La recomendación es que las prescripciones se lleven a cabo de manera individualizada por un médico.

En el estudio comentado, los autores arguyen que no hay evidencias de lo adecuado (beneficio vs riesgo) del uso de ácido acetilsalicílico en personas menores de 50 años o mayores de 69.

La actividad anticoagulante de la Aspirina® inhibe la hemostasia tras sufrir una herida, aumentando el riesgo de hemorragia. Además, es irritante para el revestimiento del tracto gastrointestinal. Cuando se ha desarrollado una úlcera sangrante, la clínica consiste en heces negras (melenas) y/o hemoptisis (vómitos sanguinolentos). Por otra parte, los hematomas son un signo clínico indicativo de problemas de coagulación. En ocasiones estos signos y síntomas pueden pasar inadvertidos y desencadenar graves hemorragias, potencialmente mortales, tras una prueba rutinaria, tal como una colonoscopia.

No obstante, algunos expertos estiman que la toma diaria de dosis bajas de ácido acetilsalicílico por personas de más de 50 o 60 años (según se trate de hombres o mujeres) tiene una relación beneficio vs riesgo de 6:1 (Michael Gaziano, del Brigham and Women’s Hospital, adscrito a la universidad de Harvard, en Boston, Massachusetts, Estados Unidos).

Las preparaciones farmacéuticas comercializadas en España conteniendo ácido acetilsalicílico son las siguientes:

Ácido acetilsalicílico comprimidos de 100mg y 300mg 8(diversas marcas genéricas)

Adiro® comprimidos gastrorresistentes de 100mg y 300g

Aspirina® 500mg en comprimidos, comprimidos efervescentes y sobres granulados.

La formulación de Aspirina infantil® se ha retirado en todo el mundo por su vinculación, nunca demostrada, con el denominado síndrome de Reye.

Zaragoza, a 10 de marzo de 2020

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Florentino Ballesteros, 11-13

50002 Zaragoza

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