Tisagenlecleucel, primera terapia celular

La Food and Drug Administration (FDA) norteamericana aprobó el viernes, 25 de agosto (2017) el primer tratamiento de la denominada genéricamente «terapia celular». Conceptualmente consiste en convertir las propias células inmunitarias del paciente en el «medicamento» contra su propio cáncer.

Las células inmunes del paciente, modificadas genéticamente, se tornan verdaderos  «fármacos vivientes», con la fascinante propiedad de multiplicarse a velocidad exponencial, atacando a las células tumorales. Esta estrategia farmacológica se enmarca dentro de la denominada inmunoterapia anticancerosa. Aunque no en todos los pacientes, la inmunoterapia anticancerosa consigue prolongadas remisiones de los tumores, e incluso «curaciones».

La primera «terapia celular», denominada Tisagenlecleucel, desarrollada por Novartis AG, y registrada como Kymriah®, ha sido autorizada para el tratamiento de la «leucemia linfoblástica aguda de células B» en niños y adultos de hasta 25 años, que no han respondido a los tratamientos convencionales, o bien han recaído tras una mejoría inicial.

Novartis AG, y otras multinacionales farmacéuticas, compiten desde hace años por desarrollar «terapias génicas» para diferentes tipos de cáncer. Aun cuando Novartis AG ha conseguido ser el primero en lograr la aprobación de una «terapia celular», la carrera continúa; y se esperan nuevas «terapias celulares» en un futuro próximo. En la actualidad hay en estudio más de 550 tipos de «terapia génica».

Esta aproximación terapéutica no está exenta de inconvenientes.

Tisagenlecleucel (Kymriah®) puede causar importantes efectos adversos, entre ellos drásticas disminuciones de la presión sanguínea, congestión pulmonar y algunos problemas neurológicos. Por esta razón la Food and Drug Administration solo autoriza que esta «terapia génica» se lleve a cabo en un reducido número de hospitales, hasta ahora solo en Estados Unidos, donde el personal sanitario ha sido formado específicamente para afrontar las reacciones adversas potencialmente mortales asociadas al tratamiento.

Kymriah® debe prepararse de modo individual para cada paciente. Se administra una única vez; y su coste es de $475,000. Novartis AG asume el coste del tratamiento si el paciente no responde favorablemente transcurrido 1 mes desde la administración.

En respuesta a las críticas por el elevado coste del tratamiento con Tisagenlecleucel (Kymriah®), Novartis AG arguye que el coste de un trasplante de médula ósea se halla en el rango de $540,000 a $800,000.

Solo en Estados Unidos, el número de candidatos al tratamiento con Tisagenlecleucel es de aproximadamente 600, entre niños y adultos no mayores de 25 años.

La autorización de Kymriah® se ha apoyado en un ensayo clínico llevado a cabo en 63 niños y adultos jóvenes muy gravemente enfermos. Se logró un índice de remisión del 83% al cabo de un trimestre, una respuesta que se puede calificar de «impresionante», sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de pacientes con una enfermedad en estadios terminales.

Tisagenlecleucel fue desarrollado inicialmente por un equipo de investigación de la universidad de Pennsylvania (Estados Unidos) dirigido por Carl June. La multinacional helvética Novartis AG adquirió los derechos de patente a la Universidad de Pennsylvania.  La «terapia celular» desarrollada por el grupo de trabajo de Carl June se designó inicialmente «CAR-T Cell Therapy», más tarde «CTL019»; y finalmente Tisagenlecleucel. [CAR-T, acrónimo de «Chimeric Antigen Receptor-células T»].

Para preparar Kymriah®, como si de un traje a medida se tratase, se extraen células T del paciente, se congelan y remiten a un centro especializado de Novartis AG, sito en Morris Plains, New Jersey (Estados Unidos). Las células T se modifican genéticamente, mediante el virus VIH atenuado. Las células T modificadas genéticamente se multiplican, remitiéndose congeladas al centro médico. Allí, un equipo especializado lleva a cabo la infusión, con una estricta monitorización de la reacción del paciente. En la actualidad la elaboración del tratamiento individualizado precisa 22 días. Al principio  se requería alrededor de un trimestre, un intervalo temporal demasiado prolongado para la limitada supervivencia de muchos pacientes.

Solo 20 centros médicos norteamericanos han sido certificados por Novartis AG para llevar a cabo esta compleja y costosa técnica. El laboratorio espera que el número de centros homologados se amplíe hasta 30 o 35 al final del presente año.

La certificación de los centros autorizados para llevar a cabo esta «terapia celular» está condicionada a las potenciales reacciones adversas, debidas a lo que se suele llamar una «tormenta de citoquinas» (una extensión indeseada de la reacción inmunitaria contra las células tumorales). Esta «tormenta de citoquinas» da lugar a fiebre muy elevada, hipotensión, problemas neurológicos y congestión pulmonar. La reacción adversa es potencialmente mortal. El único fármaco para controlar esta reacción es el anticuerpo monoclonal Tocilizumab (Actemra®). Tocilizumab, un bloqueante del receptor para la interleucina-6, está indicado en el tratamiento de la «enfermedad de Castleman», un proceso linfoproliferativo. Con la misma fecha (25 de agosto de 2017) con la que la Food and Drug Administration ha autorizado Tisagenlecleucel, también ha aprobado Tocilizumab para el «Síndrome de secreción masiva de citoquinas».

Zaragoza, a 1 de septiembre de 2017

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Zaragoza

 

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