Obituario de Mark Wainberg. El compromiso político de la lucha contra el SIDA.

Mark Wainberg falleció el día de «Jueves Santo» (13 de abril) de 2017 mientras practicaba actividades acuáticas en Florida, Estados Unidos, a los 71 años. Era un reconocido microbiólogo que identificó la importancia de un medicamento antirretroviral, Lamivudina, para el tratamiento de pacientes infectados con VIH, tanto si han desarrollado como si no, la enfermedad sintomática (SIDA). Además luchó con denuedo para que millones de infectados en África pudiesen acceder al fármaco.

El SIDA adquirió una dimensión pandémica durante la década de 1980. En aquel entonces, Mark Wainberg trabajaba como microbiólogo en la McGill University, en Montreal, Canadá. Inició una estrecha colaboración científica con Robert Gallo (codescubridor del VIH, junto al francés Luc Antoine Montagnier). [Luc Antoine Montaigner ex aequo Françoise Barré-Sinoussi recibieron la mitad del Premio Nobel de Fisiología y Medicina 2008 por el «descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humano». La otra mitad del Premio Nobel de Fisiología y Medicina 2008 le fue otorgado a Harald zur Hausen, por el descubrimiento de la relación causal entre el virus del papiloma humano y el cáncer cervical, hallazgo que estimuló la investigación de una vacuna contra los serotipos más comunes del virus del papiloma humano]. [En un principio la inmunodeficiencia se creía causada por dos virus distintos. Luc Antoine Montagnier designó a “su” virus LAV; y Robert Gallo lo designó HTLV-3. Finalmente, en el año 1987 Ronald Reagan y Jacques Chirac, Presidentes a la sazón de Estados Unidos y Francia respectivamente deciden zanjar la polémica científica acerca de la autoría del descubrimiento. Se trataba de un único virus, al que se designa desde entonces VIH, «Virus de Inmunodeficiencia Humana», y se considera a ambos científicos codescubridores. Robert Gallo escribió dos maravillosos artículos divulgativos en la revista Scientific American, la versión española siendo «Investigación y Ciencia»: «el primer retrovirus humano» (febrero 1987); y «el virus del SIDA» (marzo 1987)]. Desde mi punto de vista fue una inequidad no haber reconocido también a Robert Gallo en el Premio Nobel.

En el año 1989, Mark Wainberg estudió en profundidad el medicamento antirretroviral 3TC (Lamivudina), demostrando su gran eficacia contra el VIH, tanto en régimen de monoterapia como formando parte de los cócteles antirretrovirales que han logrado convertir la infección por VIH en una enfermedad crónica no-mortal, aunque incurable al día de la fecha.

Mark Arnold Wainberg nació en Montreal, Canadá, el 21 de abril de 1945. Obtuvo el Bachelor (equivalente a Licenciado) en la Universidad McGill; y el doctorado (Ph.D.) en Biología Molecular en la Universidad de Columbia, New York, Estados Unidos. [Ph.D., del latín Philosophiæ doctor, es una denominación usada inicialmente (siglo XIX) en Alemania, y adoptado pronto por el academicismo anglosajón; equivalente al de doctor en España].

Mark Wainberg entró a formar parte del cuadro docente e investigador de la Universidad McGill en el año 1974. En la actualidad era responsable de investigación sobre el SIDA del Jewish General Hospital Lady Davis Institute for Medical Research.

Mark Wainberg debió enfrentarse a posturas que negaban la relación entre la infección por VIH y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), como la mantenida por el Presidente Sudafricano Thabo Mbeki, sucesor en 1999 del primer presidente negro, Nelson Mandela. Thabo Mbeki mantenía que el colapso del sistema inmune característico del SIDA se debía a la pobreza extrema de amplias capas sociales. Su mensaje caló entre grupos sociales marginales que desdeñaron las medidas profilácticas, contribuyendo a su propia desgracia. Sudáfrica tiene uno de los índices de infección por VIH y SIDA más elevados del mundo.

En su condición de presidente de la International AIDS Society, el Dr. Wainberg luchó para que Durban (Sudáfrica) fuese elegida sede de una importante conferencia mundial sobre el SIDA en el año 2000, aprovechando este foro para dar a conocer que pocos africanos tenían acceso a fármacos antirretrovirales.

Durante la sesión inaugural, Mark Wainberg quiso que el Presidente, Mbeki, cambiase su discurso reconociendo públicamente la infección por VIH como causa del SIDA. No lo consiguió. Es imposible valorar las consecuencias que este hecho ha tenido en la política de lucha contra la enfermedad en el país con mayor incidencia mundial de la infección. Entre los años 2000 y 2005, se registraron globalmente alrededor de 330.000 muertes por SIDA, según un estudio de la Universidad de Harvard. La presidencia de Thabo Mbeki concluyó en el año 2008.

Durante la conferencia sobre el SIDA que tuvo lugar en Durban, Mark Wainberg, y otros científicos, criticaron con amargura la existencia de dos mundos diferentes. Mientras los pacientes de países con elevados estándares de desarrollo tienen acceso a los tratamientos farmacológicos, millones de personas, que viven en los países más castigados por la infección carecen de acceso a cualquier tipo de tratamiento. Se sentía indignado por la actitud inmensamente irresponsable del entonces presidente sudafricano, poniendo en tela la evidencia científica.

Seis años después de la conferencia celebrada en Durban (Sudáfrica), tuvo lugar una reunión científica internacional sobre el SIDA, en Toronto, Canadá. La presencia de Mark Wainberg determinó que el entonces presidente canadiense, Stephen Harper, no asistiese a la inauguración para no dañar las relaciones diplomáticas con Sudáfrica. Mark Wainberg no escatimó críticas. En el discurso de inauguración de la conferencia (fotografía que acompaña al texto) declaró que el presidente canadiense «se había situado en el lado equivocado de la historia». Mark Wainberg dejó de ver el mundo a través del microscopio para involucrarse en el activismo político. Era para él inaceptable que la ignorancia e ignominia de algunos políticos, por acción en unos casos, por dejación en otros, puedan dar al traste con trascendentes logros científicos que contribuyen a disminuir el sufrimiento humano.

Mark Wainberg era un judío ortodoxo moderno, oxímoron que le llevó a apoyar las marchas reivindicativas de los grupos homosexuales. El año pasado, 2016, donó una Torah a una sinagoga etíope de Jerusalén, en memoria de una niña de 16 años, de esa nacionalidad, apuñalada durante la marcha del día de orgullo gay, posiblemente por intolerantes judíos ultra-ortodoxos.

 Zaragoza, a 18 de abril de 2017

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

FARMACIA LAS FUENTES

ZARAGOZA

 

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