NUEVE TÉCNICAS PARA MANEJAR LA ANSIEDAD

Artículo gentileza de D. ª Edith Gómez para la página web www.farmacialasfuentes.com

Un estilo de vida agitado y lleno de responsabilidades puede llevarnos a sufrir de ansiedad, bien de modo esporádico o de forma crónica. Una ansiedad crónica termina distorsionando nuestra percepción de la realidad y dañando la salud, directa o indirectamente al favorecer conductas perjudiciales.

Es importante la diferencia semántica y conceptual entre ansiedad y angustia.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua define ansiedad como «un estado de agitación, inquietud y zozobra del ánimo». Define angustia como «aflicción, congoja y ansiedad». Otro punto de vista catalogaría la ansiedad como una afección del ánimo; y angustia una dolencia del alma. Y todavía una visión más pragmática consideraría la angustia como un estado de ansiedad crónica, incluso una forma de ser, que se ha integrado en el patronímico (véase el nombre de Angustias).

Aquí presentamos nueve consejos y formas para combatir la ansiedad común. Si quiere conocer más maneras de cuidarse, puede consultar la página web Nutrición Sin Más.

1.  EJERCICIO FÍSICO MODERADO

La práctica rutinaria del ejercicio físico no extremado y preferentemente aeróbico, además de mantenernos saludables físicamente, también ayuda a la estabilidad mental. Al ejercitarnos, evitamos la rigidez de las articulaciones, a la vez que segregamos algunas hormonas e inhibimos la secreción de otras que, como el cortisol, evitan o alivian los cuadros de ansiedad.

Se recomienda hacer ejercicios placenteros, y no por obligación. De esta forma, la reducción de la ansiedad y la satisfacción serán mayores.

2.  CICLO SUEÑO – VIGILIA

Para lograr reducir la ansiedad es necesario regular las horas de sueño. El cuerpo necesita sentir alivio y descanso. Sin embargo, la ansiedad de por sí puede causar problemas en la conciliación del sueño. El ser humano es rutinario y nuestro organismo tiene sus propios ritmos (circadianos). La rutina, contra lo que pueda parecer, es fuente de salud.

Mientras recuperamos la capacidad de dormirnos rápido, podemos realizar varias prácticas. Por ejemplo, pensar en escenarios agradables, leer un libro, escuchar música, o ver un programa de televisión relajante (si los hay).

Es importante evitar planificar y pensar en el día siguiente al acostarse. Esto puede causar un incremento del estrés y, en consecuencia, dificultar la conciliación del sueño. Todos sabemos cómo las preocupaciones nos quitan el sueño.

3.  PLANIFIQUE SUS ACTIVIDADES

Si bien no es recomendable planificar o pensar en el día siguiente a la hora de dormir, es importante organizar tus actividades.

Encuentra un espacio en la mañana para organizar su agenda. Debe procurar establecer prioridades, evitando la procastinación. Poner metas realistas ayuda a reducir la ansiedad.

Un ejemplo: en vez de programar cuatro reuniones en un día, intente descartar las menos importantes y quedarse con una sola. Siempre recuerde que hay salidas más simples, pero a veces las complicamos. La mejor solución a los problemas suele ser la más sencilla.

4.  TOME BEBIDAS CALIENTES ANTES DE ACOSTARSE

Hay diferentes infusiones calientes que son conocidas por calmar la ansiedad. A lo largo del día o antes de ir a dormir, tomar una de estas bebidas le ayudará a calmarse y a mejorar el desempeño de sus tareas.

Algunas de estas infusiones son la valeriana, el té de tila, melisa o toronjil e incluso infusión de lechuga.

Evite tomar café cuando se tiene ansiedad. Al contrario de lo que pudiera parecer, esta bebida puede aumentar la ansiedad. No olvide que es un estimulante del sistema nervioso central.

5.  MEDITE

La meditación ayuda a reducir el estrés y la ansiedad asociada. Además proporciona estrategias para manejar situaciones que pueden desencadenar un cuadro de ansiedad, con todos sus síntomas (taquicardia, sudoración, visión borrosa por la miosis, temblor, etc.).

Con creciente frecuencia surgen técnicas que se promocionan con diversos anglicismos para llevar a cabo lo que nuestros mayores han venido realizando desde tiempo ha: reflexionar, destilar lo reflexionado, dejarlo reposar, digerir el sobrenadante y desechar el resto. Si todavía queda algo, expresarlo. Un aforismo romano afirmaba que «no hay mayor virtud que poner freno a la lengua».

Aprender esta técnica y practicarla diariamente puede resultar muy beneficioso para tu desempeño en el día a día. Si no lo puedes hacer tu solo, puedes acudir a un centro y pagar por ello.

6.  MEJORE SU ALIMENTACIÓN

Cuando tienes ansiedad, puedes sentir diversas molestias en el cuerpo. Muchas veces éstas pueden tratarse con una alimentación variada y no pesada.

Nunca se debe comer en situación de ansiedad: se come más rápido, eligiendo alimentos menos sanos (grasas y carbohidratos). La sensación de saciedad (plenitud) no se corresponde temporalmente con la ingesta de alimentos, si ésta se realiza muy rápidamente.

Hay diversos alimentos que ayudan a reducir los ataques de ansiedad en diversas situaciones. Para conocer más de ellos, lee más información aquí.

7.  LLEVE A CABO ACTIVIDADES MANUALES

Tener un pasatiempo es siempre importante para reducir el estrés y la ansiedad. Las actividades manuales y artísticas específicamente nos ayudan a olvidar nuestro malestar, a la vez que hacemos algo motivador.

Esto funciona mejor si las causas de tu ansiedad surgen de pensamientos y ucronías (que habría pasado si hubiese tomado tal decisión, o hubiese actuado de otra manera)

8.  ESTABLEZCA CONTACTOS CON SU ENTORNO

Si, por el contrario, su ansiedad nace de agotamiento físico, intente involucrarse en actividades que desarrollen su intelectualidad y le den un descanso al cuerpo.

Por ejemplo, colaborar en programas de voluntariado, aprender un nuevo idioma o mejorar el propio, hacer el curso que siempre deseó y nunca hallo ese momento promoverán una mejor salud mental y le ayudará a reducir la ansiedad. En resumen: realizar actividades en grupo que le satisfagan y eleven su autoestima.

9.    EVITA EL ALCOHOL Y EL TABACO

El alcohol y los cigarrillos son muy comunes al momento de “querer olvidar los líos”. Sin embargo, estos efectos son poco duraderos y contraproducentes.

Al buscar escapar de la ansiedad con cigarrillos o alcohol estarás creando una dependencia, un círculo vicioso, un problema más a los que ya tenías. En consecuencia, terminarás incrementando tu ansiedad tanto por la sensación de culpabilidad como por la adicción que crean estas sustancias. Ni que decir si usas sustancias prohibidas, con graves problemas médicos de adicción.

Cabe resaltar que todos estos consejos sirven para personas con ansiedad momentánea. Siempre es recomendable acudir a un especialista si los síntomas de la ansiedad persisten durante semanas. Los medicamentos para el tratamiento tanto de las crisis de ansiedad como de la ansiedad crónica son un capítulo aparte.

Gentileza de

D. ª Edith Gómez

FARMACIA LAS FUENTES

ZARAGOZA

Share this post

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*