La terapéutica de la compasión

Arnold Gold ha sido hasta su fallecimiento, el 23 de enero de 2018 a los 92 años de edad, mucho más que un neurólogo pediátrico. Junto a su esposa, que le sobrevive cuando se redacta este obituario, crearon una Fundación destinada a potenciar la empatía y compasión en la praxis médica. El humanismo debe ser un componente fundamental en el ejercicio de la medicina.

Arnold P. Gold ejerció la docencia durante más de 50 años en el Vagelos College of Physicians and Surgeons, de la Columbia University. Su personalidad era cariñosa a la vez que autoritaria. Empatizaba con sus pacientes jóvenes (era neurólogo pediátrico), interesándose por asuntos personales, conversando con ellos en entornos amigables, a veces sentados en el suelo.

Su actitud no se ceñía a los niños y sus graves problemas neurológicos, sino que se interesaba por la manera que la situación del niño afectaba a la relación de sus padres, incluidos los problemas financieros que acarrean estas situaciones. Cuando no era posible dar esperanzas, Arnold Gold daba respuestas.

Es muy difícil comunicar malas noticias, sobre todo si se trata de los hijos. Arnold Gold era capaz de afrontar estas situaciones, asumiendo y haciendo hincapié que la discapacidad no compromete la dignidad de la persona.

Durante las décadas de 1970 y 1980 Arnold Gold manifestó su contrariedad contra el estamento médico, muy supeditado a la tecnología, cuando muchos médicos, sobre todo jóvenes, se deslumbraban con las sofisticadas herramientas diagnósticas, dejando de lado el trato directo con el paciente y sus allegados.

Arnold Gold y su esposa crearon la Fundación Arnold P. Gold, en Englewood Cliffs, New Yersey, Estados Unidos, en el año 1988. Establecieron lo que denominaban «ceremonias de la bata blanca», en la que los estudiantes realizaban el Juramento Hipocrático antes de iniciar su formación académica como futuros médicos, y no tras graduarse, como es habitual.

Arnold Perlman Gold nació en Manhattan, New York, Estados Unidos, el 8 de agosto de 1925. Su padre, Michael, judío de origen irlandés, y su madre, de soltera Rebecca Perlman, eran abogados. Algunos años más tarde, Arnold P. Gold contaría que la lectura de la novela Arrowsmith de Sinclair Lewis, escrita el año de su nacimiento (1925) le indujo a estudiar medicina y a comprometerse de una manera idealista. [Existe una edición en español de la novela titulada «El doctor Arrowsmith»]. [Sinclair Lewis, hijo de un carpintero noruego, emigrado a Minnesota, junto con muchos otros escandinavos, fue galardonado en 1930 con el Premio Nobel de Literatura].

En 1938, cuando Arnold tenía 13 años, su padre murió. Su madre lo envió a vivir con una tía en Galveston, Texas, Estados Unidos, creyendo que podría tener mejores oportunidades en su educación. Asistió a la Universidad de Texas, Austin, pero se alistó en la Marina cuando Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial tras el ataque japonés a Pearl Harbor, su base naval del Pacífico (Hawái), el domingo, 7 de diciembre de 1941.

Acabada su contribución militar se graduó en la universidad de Texas, completando su formación, primero en la universidad de Florida, en Gainesville, y más tarde en Lausana, Suiza.

Durante su formación como médico interno residente en el Charity Hospital, en New Orleans, Luisiana, debía atender a niños afectados de poliomielitis que sobrevivían en sofisticados respiradores conocidos como «pulmones de acero» (véase fotografía). Fue allí donde Arnold P. Gold se inició en la atención médica centrada en el paciente, gracias a su mentora, Margaret Smith.

Colaboró en el Cincinnati Children’s Hospital, donde Albert Sabin estaba desarrollando la primera vacuna oral contra la poliomielitis. Durante su estancia en el hospital solía visitar áreas rurales de Kentucky, desplazándose a caballo, como parte del programa Frontier Nursing Service.

Regresó a New York al NewYork Presbyterian-Columbia University (ahora el Morgan Stanley Children’s Hospital) antes de comenzar su larga carrera como neurólogo infantil en Columbia.

Arnold Perlman Gold padeció «distrofia muscular fascioescápulohumeral» el resto de su vida. Esta enfermedad le causaba, entre otros problemas físicos, notable dificultad para respirar. No obstante, continuó tratando a sus pacientes hasta que cumplió 88 años, solo cuatro años antes de su fallecimiento. [La «distrofia muscular fascioescápulohumeral» se denomina también enfermedad de Landouzy-Dejerine. Es una genopatía dominante 4q35 (brazo corto – q – del cromosoma 4, en posición 35). No obstante, alrededor del 25% de los casos son espontáneos, no heredados. La enfermedad de Landouzy-Dejerine es patronímica de dos neurólogos franceses, Louis Landouzy y Joseph Dejerine, quienes caracterizaron su sintomatología por primera vez en el año 1884].

La Fundación Arnold P. Gold fue ganando prestigio con los años. En ella se enseña el humanismo de la medicina, haciendo ver que tras la cada vez más compleja y resolutiva tecnología médica, hay personas que padecen, y otras que sufren con las aflicciones de aquéllos. La bonhomía como parte primordial de la actuación médica.

Zaragoza, a 21 de marzo de 2018

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Zaragoza

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