Humira® (Adalimumab) es el medicamento más vendido en todo el mundo. El anticuerpo monoclonal Adalimumab es un inhibidor del «Factor de Necrosis Tumoral alfa» (abreviadamente TNFα, de su acrónimo en inglés Tumour Necrosis Factor). Se prescribe en diversas patologías artríticas (artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, espondilitis axial); así como algunas enfermedades autoinmunes (colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn, uveítis, psoriasis en placas, hidradenitis supurativa y artritis psoriásica). Se le clasifica dentro del grupo de fármacos «modificadores del curso de la enfermedad». [Hidradenitis supurativa es la inflamación de las glándulas sudoríparas apocrinas – que aparecen asociadas a folículos pilosos, en especial en axilas e ingle, a partir del final de la pubertad].
Los inhibidores del «Factor de Necrosis Tumoral» (TNFα) incluidos en el Nomenclátor español (enero de 2018) son los siguientes:
- Adalimumab 40mg (Humira®).
- Certolizumab pegilada 200mg (Cimzia®). [pegil: polietilenglicol].
- Etanercept 10mg (pediátrico), 25mg y 50mg (Enbrel®).
- Golimumab 50mg y 100mg (Simponi®).
- Infliximab 100mg (Remicade®).
En Estados Unidos el coste del tratamiento anual con Humira® se ha incrementado en el último lustro más de un 100%, desde $19,000 (diecinueve mil dólares) a más de $38,000 (treinta y ocho mil dólares).
Esta especulación farmacéutica nos retrotrae a la llevada a cabo por el inmigrante albanés Martin Shkreli, director ejecutivo de Turing Pharmaceuticals. Usando esta empresa como tapadera, Martin Shkreli adquirió los derechos de patente de un antiguo pero valioso medicamento, Daraprim® (Pirimetamina), e incrementó el precio de un comprimido desde $13.50 (trece dólares y medio) a $750 (setecientos cincuenta), de un día para otro. Muy poco tiempo después, fue acusado de fraude por la Corte de Manhattan, New York. En la actualidad se halla cumpliendo condena. [Pirimetamina, asociado a antibóticos, se prescribe en el tratamiento de la encefalitis causada por infección del parásito Toxoplasma gondii en pacientes con SIDA].
Las andanzas de este personaje, junto con otras similares, como el impresionante incremento del precio de EpiPen® por parte del laboratorio Mylan Pharmaceuticals, han sido centro de atención, mientras se han producido otras estrategias especulativa menos mediáticas. Tal es el caso de Humira®: se comercializó a un precio elevado, y no ha dejado de aumentar hasta un precio actual, que es más el 100% del que tenía un lustro atrás. Patients for Affordable Drugs, un grupo de defensa de los consumidores norteamericanos, que colaboró con la Administración de Barak Obama, ha criticado agriamente este incremento de precio de un fármaco trascendental.
Muchas personas que precisan Humira® no toman todas las dosis a fin de continuar usando el medicamento durante más tiempo, mientras otras personas simplemente han de renunciar al tratamiento.
Uno de los fabricantes junto con Lilly, es AbbVie, que se escindió de la multinacional Abbott Laboratories en el año 2013.
Humira® representó casi dos terceras partes de los $25.6 (veinticinco mil seiscientos) millones de dólares de ingresos de AbbVie en el ejercicio contable de 2016. El principio activo, Adalimumab, se enmarca en los denominados «productos biológicos». Los elevados precios de estos medicamentos en Estados Unidos se justifican como una forma indirecta de subvencionar la investigación farmacéutica. Sin embargo, una reciente publicación en JAMA (Journal of the American Medical Association) del año 2016 niega que exista una relación entre costes elevados y dinamización de la investigación. El verdadero criterio para establecer el precio de un determinado fármaco es la capacidad del mercado para asumirlo.
Los fabricantes de «medicamentos biológicos» (la mayoría, anticuerpos monoclonales) se aprovechan de la dificultad de obtener copias genéricas. De hecho, ha surgido el concepto de «biosimilares» para poder adaptar el concepto de bioequivalentes (usado en el mercado de genéricos) a los «medicamentos biológicos». No obstante, tanto los pacientes como sus médicos se muestran reticentes cuando se trata de este tipo de fármacos. El primer «fármaco biológico» del que se autorizó una versión biosimilar fue Neupogén® (Filgrastim).
Un envase con dos plumas precargadas de Humira® (Adalimumab) (0,8ml conteniendo 40mg) tiene un coste en España de 1.125,57€; $2,669 en Estados Unidos; $1,362 en Reino Unidos; $822 en Suiza; y $522 en Sudáfrica. [Las cifras pueden no ser exactas cuando se lea este artículo]. Fuente de la información: International Federation of Health Plans.
En opinión de muchos analistas financieros, el precio de Humira® se debería reducir un 55% para que su posición como tratamiento electivo de la artritis reumatoide no se viese comprometido.
Lamentablemente muchas compañías farmacéuticas alardean de «códigos de conducta» que no tienen su traslación a la práctica real. A título de ejemplo, en el «código de conducta» de AbbVie titulado «inspirado en la integridad» se lee «estamos comprometidos en la mejora de las vidas de los pacientes» («We are committed to improving patients lives»).Todavía más: AbbVie afirma auspiciar la «Declaración Universal de Derechos Humanos». En ésta, se escribe que «toda persona tiene derecho a la vida, el bienestar, la salud, tanto individual como colectiva, incluyendo el acceso a la alimentación, vestido, alojamiento y cuidados médicos» («Everyone has the right to a standard of living adequate for the health and well-being of himself and of his family, including food, clothing, housing and medical care»).
No obstante las afirmaciones anteriores, el precio de Humira® se ha incrementado un 9,7% el último mes, cuatro veces y media la inflación en Estados Unidos.
Zaragoza, a 10 de enero de 2018
Dr. José Manuel López Tricas
Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria
Farmacia Las Fuentes
Zaragoza