Covid-18, posibles tratamientos farmacológicos

Diagrama: coronavirus SARS-Covid-19 y una molécula de Cloroquina

Casi setenta medicamentos se están estudiando por su posible aplicación en la pandemia de coronavirus SARS-Covid-19. De éstos, algunos son fármacos que ya se están utilizando para diversas indicaciones, y otros son productos farmacéuticos experimentales.

Un virus actúa como un terrorista: penetra en la célula e inserta sus genes en el genoma celular. Toda la maquinaria de transcripción y traducción celular se pone al servicio del virus, produciendo millones de copias del gen vírico y sintetizando millones de copias de las proteínas del virus. A continuación las proteínas del virus se acoplan con su material genético (ADN o ARN) formándose nuevos virus (viriones). Tras un brevísimo tiempo, la célula infectada se llena de nuevos virus; y termina por estallar (sufre lisis celular); millones de nuevas partículas víricas infecciosas quedan libres, en condiciones de infectar nuevas células, expandiendo la infección según un modelo de progresión geométrica (exponencial).

1: El virus infecta a la célula mediante la interacción entre las glucoproteínas de la cápside vírica y receptores celulares.

2: El ARN vírico se transcribe en sentido inverso hasta ADN que se inserta en el genoma celular. Comienza su división y la síntesis de proteínas víricas.

3: Las proteínas víricas y su ARN se acoplan formándose nuevas partículas víricas. La célula estalla liberando copias del virus, cada uno con capacidad de infectar una nueva célula, repitiendo el proceso.

Cada virus invade una célula a la que convierte en su esclava laboral y, una vez haya fabricado millones de nuevos virus, la destruye (lisis celular) liberando los nuevos virus. El mecanismo es demoníaco, pero perfecto en su estrategia. Cuando millones de células han sido destruidas (en el caso del coronavirus Covid-19, las células del epitelio pulmonar), el órgano deja de funcionar (fallo respiratorio) y el paciente muere.

Las proteínas de la envoltura del virus, que la célula ha fabricado, sirven para invadir nuevas células.

La célula es un rehén del virus. Se convierte en su esclava y es destruida cuando al terrorista (virus) ya no le es útil. Es una estrategia aviesa, pero perfecta en su maligna eficacia.

Se han estudiado con detalle 26 de los 29 genes del coronavirus Covid-19. Al menos 332 proteínas de las células humanas pasan a estar dirigidas por el coronavirus. Algunas proteínas víricas tienen como diana una única proteína de la célula humana; otras proteínas del virus parecen interaccionar con docenas de proteínas celulares. El mecanismo, apenas descifrado, es de extraordinaria complejidad.

La investigación farmacológica indaga medicamentos (ya comercializados o sustancias con potencial farmacéutico) que bloqueen las proteínas humanas que el virus precisa para penetrar primero, y replicarse después, en la célula. En esta búsqueda bibliográfica se han identificado 24 fármacos aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense para el tratamiento de enfermedades alejadas de las infecciones víricas, desde medicamentos anti-parkinsonianos, hasta anti-neoplásicos o anti-hipertensivos.

Entre los medicamentos potencialmente útiles contra el coronavirus se hallan algunos tan antiguos como el Haloperidol (para el control sintomático de la esquizofrenia) o la Metformina (el más prescrito en el control de la diabetes del adulto).

Otro medicamento, el que ha tenido mayor repercusión mediática, es la Cloroquina. Se trata de un antiguo fármaco contra la malaria, hoy prácticamente obsoleto por el desarrollo de resistencia por el parásito.

La Cloroquina se engarza a una proteína con función receptora de las células humanas designada como σ-1 (sigma-1), inutilizándola. Este receptor (σ-1) parece ser también una diana del coronavirus Covid-19.

A pesar del auge mediático acerca de la posible eficacia de la Cloroquina y de que países como Alemania hayan hecho acopio del fármaco, no existe evidencia científica de su eficacia.

No obstante, la Organización Mundial de la Salud ha notificado que se realizará un estudio clínico con Cloroquina; así como con el antibiótico Azitromicina (un antibiótico con estructura macrólido). Informe técnico de la Azitromicina: http://www.info-farmacia.com/medico-farmaceuticos/revisiones-farmaceuticas/azitromicina-sintesis-quimica-mecanismo-de-accion

No solo Alemania, también las autoridades neoyorquinas han adquirido cantidades muy importantes de ambos fármacos, Cloroquina y Azitromicina.

Hay que tener en cuenta que la Cloroquina no es un medicamento inocuo. A dosis elevadas (tal vez las requeridas para el tratamiento de la infección por Covid-19) algunos efectos adversos son reseñables: neuromiopatía, neuritis, cardiomiopatía y retinopatía (con riesgo de ceguera irreversible). Durante tratamientos prolongados el fármaco tiende a acumularse en tejidos, entre ellos el cerebral, hecho que puede justificar los síndromes psicóticos observados.

En otro orden de cosas, tanto en el Icahn School of Medicine Mount of Sinai (New York) como en el Instituto Pasteur de París se han iniciado ensayos in vitro con 22 medicamentos de los que se presume puedan ser útiles frente al coronavirus SARS-Covid-19.

Zaragoza, a 24 de marzo de 2020

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Florentino Ballesteros, 11-13

50002 Zaragoza

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